A solo 12 kilómetros de Ushuaia, se extiende uno de los tesoros naturales más sorprendentes de la Patagonia austral: el Parque Nacional Tierra del Fuego. Se trata del único parque nacional argentino que combina ambientes marinos, boscosos y montañosos, ofreciendo un paisaje profundamente austral donde la naturaleza se muestra cruda, diversa y salvaje.

Creado en 1960, el parque protege más de 68.000 hectáreas de bosque subantártico, con sectores abiertos al turismo que permiten conocer su riqueza ecológica sin alterar su equilibrio.

Una geografía marcada por el fin del continente

El Parque Nacional Tierra del Fuego marca el extremo sur de la Cordillera de los Andes, que aquí parece disolverse en las aguas frías del Canal Beagle. Dentro de sus límites conviven montañas nevadas, valles glaciales, ríos de deshielo, lagos de aguas verdes y turberas que cubren amplias extensiones del terreno. Las costas rocosas y las bahías tranquilas conforman el límite sur del parque, ofreciendo vistas únicas y momentos de contemplación.

Senderos para explorar la Patagonia profunda

Una de las actividades más populares en el parque es el senderismo, con circuitos señalizados de distinta dificultad. Algunos de los más recomendados son:

  • Senda Costera: de unos 8 km, bordea el Canal Beagle desde la Bahía Ensenada hasta Bahía Lapataia. Atraviesa playas, acantilados y sectores de bosque nativo. Ideal para avistar aves y disfrutar del silencio del lugar.
  • Sendero Pampa Alta: más exigente, permite obtener vistas panorámicas del canal desde una zona elevada.
  • Laguna Negra y Mirador Lapataia: trayectos cortos y accesibles para todas las edades, rodeados de vegetación y con pasarelas interpretativas.
  • Senda Hito XXIV: bordea el Lago Roca (o Lago Acigami) hasta llegar al límite con Chile. El trayecto permite disfrutar de vistas al lago, bosque y cordillera.

Todos los senderos están dentro del área visitable del parque, la cual es gratuita para residentes argentinos y de bajo costo para extranjeros.

El Tren del Fin del Mundo

Uno de los grandes atractivos del parque es el Tren del Fin del Mundo, una réplica del ferrocarril que usaban los presos en el antiguo penal de Ushuaia para cortar leña. Hoy convertido en un tren turístico de trocha angosta, parte desde una estación cercana al ingreso del parque y recorre bosques, turbales y ríos con una vista inolvidable.

A bordo del tren, una audioguía relata la historia carcelaria, la vida de los internos y la transformación del lugar. Es una experiencia ideal para familias, amantes de la historia y quienes deseen una alternativa al trekking.

Flora y fauna nativa

El parque es el hogar de una flora típica del bosque subantártico, con especies como el ñire, la lenga y el guindo, que tiñen el paisaje con colores intensos durante el otoño. También crecen musgos, líquenes, helechos y arbustos que se adaptan al clima húmedo.

En cuanto a fauna, es común ver zorros colorados, conejos silvestres, cauquenes, bandurrias, caranchos, garzas, castores y aves marinas. El carpintero gigante y el zorzal patagónico son especies características del área.

Es importante destacar que el castor, aunque hoy es uno de los animales más visibles del parque, es una especie exótica introducida que ha causado desequilibrios en el ecosistema, por lo que su presencia está bajo estudio y control.

Bahía Lapataia: el final de la Ruta Nacional 3

Uno de los puntos más emblemáticos del parque es la Bahía Lapataia, donde finaliza la mítica Ruta Nacional 3, luego de recorrer más de 3.000 km desde Buenos Aires. Allí se encuentra el clásico cartel de madera con la leyenda “Aquí finaliza la Ruta 3 – Buenos Aires 3.079 km”, un sitio icónico donde todo viajero se detiene a sacarse una foto.

La bahía ofrece miradores, pasarelas, áreas de picnic y acceso a senderos breves que permiten observar aves acuáticas, disfrutar del paisaje y sentir el poderoso magnetismo de estar literalmente en el último rincón de la carretera continental.

Servicios y recomendaciones

En la entrada del parque hay un centro de visitantes con baños, mapas y recomendaciones, además de zonas de estacionamiento. No hay restaurantes ni kioscos dentro del parque, por lo que se recomienda llevar comida, agua, abrigo impermeable, y respetar las normas de conservación.

El ingreso está habilitado durante todo el año, aunque en invierno algunas zonas pueden estar cubiertas por nieve. También se ofrecen excursiones guiadas, traslados desde Ushuaia, y actividades como kayak, fotografía de fauna y observación de aves.


Un refugio natural en el extremo sur del continente

Visitar el Parque Nacional Tierra del Fuego es mucho más que una excursión: es una inmersión en la naturaleza más austral de Argentina, en un entorno donde el silencio, el viento y el bosque cuentan su propia historia. Ya sea que lo recorras a pie, en tren o en excursión, es un destino que deja una huella profunda en quien lo visita.